La Historia de Nuestra Señora de Guadalupe, Emperatriz de las Américas, es la historia verdadera del acontecimiento más extraordinario en la historia de las Américas.  En una fría mañana de diciembre de 1531, la Madre de Dios se le apareció en la cumbre de una desolada colina, a un azteca humilde convertido al cristianismo.  Ese encuentro y los otros que siguieron cambiaron no sólo la vida de San Juan Diego, sino también el curso de la historia de ambos, los aztecas y los conquistadors españoles.

          La Historia de Nuestra Señora de Guadalupe, Emperatriz de las Américas, nos cuenta la historia de San Juan Diego con la ayuda de 18 fotografías bellísimas de las pinturas del maestro artista Jorge Sánchez-Hernández.  Su colección de la “Nican Mopohua” es quizás la representación más exquisite y conmovedora de las apariciones jamás pintada.  Niños y adultos se deleitarán al ver estas imágenes traer a la realidad esta historia eterna.

Sobre la Historia

          Diferente a las muchas apariciones de Nuestra Señora en otros lugares, como Fátima y Medjugorje.  María no viene con un mensaje general hablado para el mundo sino más bien con una misión de acción para dos hombres.  A Juan Diego, “Vé y pide, y sigue pidiendo,” y al Obispo Zumárraga, “Edifica un templo.”  La amistad extraordinaria entre la Madre de Dios y San Juan Diego demuestra confianza en si mismo, confianza mutua, valor, y perseverancia.

          En contraste, el mensaje de María dirigido a la gente azteca, al igual que a los colonizadores españoles, no fue expresado con palabras, sino elocuentemente con una imágen de ella misma, una imágen cuyos símbolos la gente que entonces vivía sabría cómo interpretar.  Así, con un autorretrato exquisitamente representado y una tilma llena de rosas, Nuestra Señora convierte corazones, libra a un pueblo del sufrimiento del sacrificio humano, y dá esperanza para el fin de la opresión extranjera.  Con su imágen misteriosa, Nuestra Señora empezaría en gran escala, la conversión espiritual de Méjico, que los misioneros cristianos no habían podido lograr.

      El mensaje hablado de Nuestra Señora era efectivamente, “Ven a mí y cuéntame todas tus penas y problemas, yo soy tu Madre Misericordiosa, la Madre del Único, Verdadero Dios, la Madre de todas las naciones de la Tierra, y quiero aliviar tus sufrimientos.”  Ella viene como Madre para recordarnos que Ella está siempre con nosotros, dispuesta a ayudarnos, guiarnos, consolarnos, sostenernos, y amarnos.  Ningún obstáculo se opone en su camino.  Sólo necesitamos volvernos a Ella en nuestra ansiedad.

San Juan Diego dá ejemplo a todos aquellos que ofrecerían ayuda a causas nobles pero sin abandonar a su familia, a pesar de que se le ha pedido directamente que vaya en una misión divina.  Nuestra Señora reconoce y respeta su devoción a su tío moribundo, Juan Bernardino, a quien Ella visita para consolarlo y curarlo, y también darle un mensaje para el Obispo.

La historia deleita a niños y niñas cuya estima personal puede ser frágil – los más pequeños; los callados, los tímidos; los incomprendidos, y los ignorados, ya que ellos encuentran en Juan Diego ánimo y esperanza.  Su Madre en el Cielo se dá cuenta de sus necesidades y sus circunstancias, y Ella estará a su lado en todo lo que tengan que soportar porque son muy queridos por Ella.

          La Historia de Nuestra Señora de Guadalupe, Emperatriz de las Américas es un tesoro para los niños, e igualmente rico y abundante para sus padres.  El corazón humano está hecho para responder a historias, e historias contadas con secillez pueden llevar a los más grandes descubrimientos de sentido y realidad.  Permite que esta historia descanse en tu corazón y aprende cómo se aplica urgente y fácilmente a muchas áreas de tu propia vida.  Encarga tus copias para regalar – y tus propias copias – ahora.